Naima Papadopulos Villalobos sintió un profundo llamado a escribir ¿A DÓNDE IRÁS, QUE NO ME LLEVES? como la culminación de toda una vida de historias, sabiduría y amor.

Después de muchos libros, este es el más íntimo: un tributo a su madre y a todas las mujeres que la formaron. Se inspiró en la necesidad de honrar los hilos invisibles que conectan generaciones: las risas, las lágrimas, las lecciones susurradas en la mesa de la cocina y la fuerza silenciosa transmitida de madre a hija.

En sus propias palabras, Naima quería dejar un legado, no solo para su familia, sino para cada lector que alguna vez haya anhelado comprender de dónde viene y quién es. Ella cree que al compartir sus recuerdos, puede ofrecer consuelo, esperanza y un sentido de pertenencia a los demás. Este libro es su manera de decir: "No estás solo. Tu historia importa. El amor y la sabiduría de quienes te precedieron viven en ti".

Para Naima, escribir este libro fue un acto de amor y gratitud: un abrazo final para sus lectores, invitándolos a reflexionar, sanar y celebrar la belleza de sus propias raíces.